Regateando al destino

Foto 1: Arturo y Lakshmi // Foto 2 y 3: Primeras pruebas oftalmológicas de Lakshmi

¡Namaste!

Lakshmi Khatoon tiene 20 años. Su historia es la de una luchadora, una resignada trabajadora y un camino de esperanza para muchas como ella.

A una edad a la que la mayoría de las chicas de los “slums” de Calcuta han parido su segundo hijo tras un pactado matrimonio adolescente con un marido al que nunca habían visto y viven encerradas entre el analfabetismo y las paredes de su chabola, Lakshmi ha regateado al destino con la fuerza que le da la educación y el apoyo de su familia. No solo no ha dejado sus estudios sino que ha sido repetidamente la primera de su promoción durante los últimos ocho años. Un logro monumental viendo la pequeña habitación sin ventanas ni agua corriente en la que convive con los once miembros de su familia, cuyos ingresos totales raramente alcanzan para añadirle al arroz alguna berenjena, plátanos, tomate o un caldo de lentejas. Durante el fin de semana, ella contribuye con su trabajo a la economía familiar. Acude al ayuntamiento donde recibe una pesada mochila repleta de dosis orales de la vacuna de la polio para ser distribuidas entre los recien nacidos de los barrios de Calcuta. Lakshmi camina durante horas entre las superpobladas callejuelas del slum repartiendo escrupulosamente las vacunas. El gobierno le paga 300 rupias mensuales (4,6 euros ).

Pero Lakshmi dejó la escuela hace seis meses. Sus ojos hacía tiempo que se estaban deteriorando hasta el punto de no poder leer los libros de clase. Ni siquiera era capaz de escribir. Cuando conocimos su problema la transladamos al hospital oftalmológico de referencia en Bengala, la clínica Belle Vue. Su diagnóstico es una catarata madura que requiere una cara operación de transplante del cristalino. ME IMPORTAS ha financiado los costes de diagnóstico, igual que de la operación para que Lakshmi recupere los ojos y con ellos, la esperanza.

Os seguiremos contando cómo ha ido todo.

Muchas gracias.