Foto 1: Rashida, con sus dos hijos y las medicinas necesarias para tratar las quemaduras.
Foto 2: Las quemaduras del pequeño de Rashida, ya cicatrizadas.
Foto 3: Burnosaf, una medicina que es un "lujo" para las familias del slum.
¡Namaste!
En el día a día en Calcuta, nosotros
planificamos y la India dispone. Algo así nos pasó la mañana que conocimos a
Rashida. El plan del día anunciaba visitas a colegios, compras de material
escolar y reparto de fruta en el “slum”. Sin embargo, una emergencia lo cambia
todo, y éstas no son infrecuentes en la vidas de los cuatro millones de
personas que se hacinan en los barrios chabolistas de la ciudad.
Rashida es una más. Una madre veinteañera,
dos hijos a cuestas, de manos ásperas y mirada intensa, de esa que esconde la
historia de un prematuro matrimonio concertado tras una infancia sin tiempo ni
dinero para la escuela. Esa mañana, por un instante, había perdido de vista a
su hijo pequeño, de apenas dos años, mientras preparaba la comida: arroz y
patatas. Me cuenta que pasó muy rápìdo. El niño cayó sobre la olla hirviendo
que acabó derrada sobre la espalda de él y el pie de ella.
Nos vino a ver en cuanto pusimos un pie en el
barrio chabolista de Park Circus. No la conocíamos pero ella a nosotros sí. Le
había dicho el farmacéutico que necesitaba aplicaciones de una pomada,
“BURNOSAF”, cuyo precio, 500 rupias indias (8 euros), representaba demasiado en
un lugar donde el kilo de arroz cuesta 20 rupias. Muchos kilos de arroz por una
pomada.
Para las emergencias, ME IMPORTAS cuenta con
ciertas reservas con el fin de atender gastos extraordinarios como el
tratamiento médico de Rashida y su hijo, que al final requirió pomada y
antibióticos. Hoy en día su hijo tiene
la espalda mucho mejor y ya no llora cuando se pone una camisa. El pie de ella
tiene buen aspecto y ya se la ve cojear. Paradójicamente, un suceso desgraciado
nos dio la oportunidad de conocer a unos seres humanos excepcionales. La hija
mayor, Naaz, que aparece con el vestido azul en las fotografías, está ya
incluida en el programa de apadrinamiento de estudios de ME IMPORTAS, gracias
al cual ya lleva meses asistiendo a clase en un centro de enseñanza en inglés.
Cuando el hijo pequeño cumpla los cuatro años, ME IMPORTAS, gracias al apoyo de
todos vosotros, hará posible que siga el mismo camino que su hermana.
¡Muchas gracias!
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