De vuelta

Foto: Dos caras familiares, dos motores

¡Namaste!

Lo mejor de irse es volver...El sábado pasé el día en Casa Guatemala.

Cuando me acercaba en la lancha a Casa Guatemala, un nudo se me ponía en el estómago. Han pasado varios meses, pero no ha habido un solo día en que no haya pensado en mis Varones Pequeños. De nuevo en camino, y ahí estaba nuestra casa asomando el en río, un hogar, parte de mi vida pasada, y ahora, presente.

Y allí estaban mis peques. Qué emocionante, una vez más, el reencuentro. Mil abrazos, achuchones y juegos. De nuevo en casa.

Una casa que está algo distinta, nuevas caras, nuevas formas de trabajar y la extrañeza del que visita una casa que antes fue suya y que hoy habitan otros. Un aire familiar y a la vez distinto.

Me ha encantado ver a los peques otra vez, y dentro de unos días les haré otra visita. Estando tan cerca es dificil resistirse a ver esas caras de nuevo, esas sonrisas.

Un día completo, vuelta al origen. Y un recuerdo sentido, el recuerdo de todos los maravillosos compañeros que me ha brindado la selva, que fueron, y siguen siendo, más que familia.

Volver revuelve, pero siempre merece la pena.

Fue difícil, amargo en ocasiones, pero fue maravilloso.

Mis peques están conmigo, siendo el motor, y todo mi trabajo es, y será siempre, para ellos.

Un abrazo